Han vuelto, y vaya si se les ha echado de menos. Marea son ya un clásico del rock en castellano, con más de 20 años como banda a sus espaldas y a punto de sacar su séptimo disco. Si bien su carrera no ha sido la más prolífica en cuanto a componer se refiere, no es menos cierto que más vale calidad que cantidad. Sus tres primeros discos supusieron toda una revolución. Y más aún teniendo en cuenta que siguen los mismos que empezaron, su formación nunca se ha visto alterada por cambios, algo digno de admirar. El rock estatal de toda la vida, esta vez con unas guitarras que rugían como nunca y un Kutxi Romero que dejó afónica a toda una generación que intentaba imitar esa voz ronca. Su poesía, a la que se le acusó de todo en comparaciones con bandas como Extremoduro, sigue siendo un espejo donde reflejarse para la juventud veinte años después.
Ahora regresan con disco nuevo bajo el brazo, del que ya hay single, con gira incluida. 40 fechas donde recorrerán todo el territorio nacional, incluyendo las islas. Su vuelta supone una de las más esperadas por el público, para la que se esperan conciertos abarrotados. Su primer single, En las encías, ya cuenta con más de medio millón de reproducciones en el videoclip en YouTube y 200.000 en Spotify. Para festejar que vueltas como la de Marea no se dan todos los días, hemos recopilado las mejores canciones de cada disco. Pasa, dale al play y disfruta.
La patera (1999) – Lija y terciopelo
Donde todo empezó. Hace 20 los de Berriozar se estrenaban con su primer LP, La patera. Nunca mejor dicho lo de LP. Lo cierto es que iba a ser el nombre del grupo y Marea el del disco, pero ya había un grupo llamado así y hubo que cambiarlo. Las letras eran más directas de lo que han sido nunca y las distorsiones más rudas aún, pero donde la influencia del rock estatal antes mencionada estaban más que claras. Rock rápido, duro y al grano. La Marea comenzaba a subir.
Revolcón (2000) – Corazón de mimbre
La joya de la corona. Tan solo un año después de La patera, Marea se desvincula de RCA y publica junto a Gor Discos Revolcón, su segundo álbum. En tan poco tiempo el salto de calidad no es del todo notable, ni si quiera en el sonido de los instrumentos, aunque aún tienen que dar el golpe en la mesa que los catapulte. A pesar de incluir otras buenas canciones, Corazón de mimbre es la más destacable del disco y una de las mejores de toda su carrera.
Besos de perro (2002) – Venas con humo y palabras
Cómo no, la evolución del sonido, las letras y las composiciones seguía en desarrollo y pleno auge. Para Besos de perro cuentan con la producción de Uoho, guitarrista de Extremoduro y quizá su influencia más directa, por lo que no es raro que para muchos este es su mejor disco. La luna me sabe a poco, En tu agujero (donde colabora Robe), Como el viento de poniente… Razones no les faltan a quienes así piensan.
28.000 puñaladas (2004) – Virgen del fracaso
La voz de Kutxi rugiendo como nunca. Riffs potentes y atronadores y una banda sonando como nunca antes. Todo esto en conjunto es Virgen del fracaso, aunque bien se podría aplicar a casi todo el disco. El sumun del grupo, su Everest particular. En esta cima alcanzaron su mayor éxito y popularidad entre el público, donde se llegan a atrever con Lorca y su Ciudad de los gitanos. De aquí también salieron La rueca, El hijo de la Inés o Que se joda el viento, algunas de sus canciones más conocidas y queridas.
Las aceras están llenas de piojos (2007) – Mierda y cuchara
Aquí es donde la debacle y la bajada en calidad del grupo comienzan. Siguen componiendo buenas canciones, el Kutxi continúa con su poesía… Pero a los discos les falta ese algo, eso que haga que se vean como uno solo y no una simple amalgama de temas. Sin embargo, las colaboraciones de Brigi Duque o Evaristo Páramos le dan un toque especial.
En mi hambre mando yo (2011) –
Tras un parón como nunca antes de largo, los de Berriozar estaban de vuelta. Junto al anterior, firmaban otro de sus discos más light, donde la banda suena acompasada a la perfección pero le falta la fuerza del principio. Aun así, canciones como El día que lluevan pianos, Canaleros u Ojalá me quieras libre hacen ver que siempre tienen un as en la manga. La gira fue bastante bien, pero desde entonces no se sabía nada de ellos. Kutxi seguía con su proyecto en solitario, Alén como road manager de Extremoduro, Piñas con un grupo paralelo… Hasta ahora.
El azogue (2019) – En las encías
Ahora sí. Como Rocky han resurgido, y con ellos Poli Díaz, El potro de Vallecas, quien protagoniza el videoclip. Un rock más oscuro, con más graves, pero la esencia de siempre. Referencias literarias y a su Berriozar, arreglos de Kolibrí con que llegan a sonar a Randy Rhoads y un Alén que golpea a la batería como el boxeador a los sacos. A falta de escuchar el álbum completo, queda por saber si la Marea subirá a más aún, cómo defenderán el directo y la respuesta de un público que, tras ocho años de parón, esperaba esta reunión con ansias.
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