El teatro es un arte cuya existencia se da desde las primeras civilizaciones. Así pues, Grecia fue precisamente el primer lugar donde el arte dramático se comenzó a desarrollar y, a partir del cual, empezó a evolucionar hasta ser lo que es hoy, una forma de expresión.
Desde siempre el ser humano ha tenido una inmensa necesidad de abandonarse a sí mismo, en pequeños instantes, para convertirse en otras personas y vivir otras tantas historias. Esto se da con la literatura e incluso con la música, pero cierto es que la mayor manera de evasión es el teatro, un lugar donde puedes ser quien tú quieras. Así pues y al margen de esto, podemos definir el teatro como una representación de obras de toda índole ante un público.
Actualmente es cierto que sigue existiendo muchísimo teatro que disfrutar, pero tal vez y, tal como no podemos negar, este arte dramático está atravesando una crisis importante debido a diversos factores, como pueden ser los cambios tecnológicos o la crisis económica que ahonda en los últimos años. Es por ello, por lo que hoy aquí vamos a dar una serie de razones por las que se debería ir al teatro, y aprovechando que el 27 de marzo es el Día Mundial del teatro, un día donde este arte debe brillar como nunca para seguir haciéndolo después.
10 razones para ir al teatro
El teatro es cultura
El arte dramático está impregnado de historias antiguas que son representadas en la actualidad, por lo que esto ayuda a conocer más nuestra cultura literaria y las de otros lugares. Y es que si se representan historias de otras zonas geográficas y otras culturas, podemos llegar a conocer la historia de ese lugar y su forma de vida, impregnarnos de todo lo que nos rodea y adquirir muchísima más información. Además, el teatro puede ser una muy buena forma de conocer la literatura, conocer a autores clásicos y contemporáneos, movimientos artísticos y valorar así la evolución de la sociedad.
Nos ayuda a conocernos a nosotros mismos
El teatro es la viva representación de la vida humana. Es por eso que si lo relacionamos con la anterior razón, podemos asegurar que el arte dramático es una forma de conocernos a nosotros mismos, vernos representados en otras personas e historias y descubrir cómo somos y qué queremos ser.
El teatro nos hace reflexionar sobre ciertos aspectos de la vida
El teatro nos permite hacer una critica a la sociedad y a ciertos comportamientos, lo cual nos ayuda a reflexionar sobre el mundo que nos rodea y sobre nosotros mismos.
El teatro es una buena manera de socializar
Normalmente vamos a los espectáculos en compañía, por lo que ir al teatro no es solo una buena manera de ocupar el tiempo libre, distraerse y hacer algo entretenido, sino que además todo esto se puede hacer en compañía, estableciendo lazos fuertes con otras personas. En muchas ocasiones ir a una obra de teatro provoca risa, llanto y un sinfín de emociones que puedes compartir con otras personas, ademas de que posteriormente puedes seguir comentándolo y recordando la obra con otras personas. Por otra parte, si a eso le añadimos los coloquios posteriores que algunas obras tienen, el teatro se convierte en una buena manera de socialización.
El teatro favorece la empatía
El arte dramático está caracterizado por su capacidad para trasmitir emociones sean cuales sean, es decir, puede hacerte reír como llorar, y eso es precisamente porque lo que estamos viendo nos hace empatizar con las personas. En ocasiones el hecho de que el teatro sea en directo y tan cercano hace que nos involucremos mucho más en la historia que si lo viéramos a través de una pantalla.
El teatro es un arte vivo
Tal y como se asegura en el anterior apartado, el teatro es en directo, está ocurriendo en mismo momento que lo ves, y en ocasiones eso hace que llegue mucho más que si lo vieras a través de una pantalla. El hecho de que esté ocurriendo delante tuya hace que puedas llegar a sentirte dentro de la historia e incluso partícipe de ella. Algo que en muchas ocasiones se puede llegar a dar si los actores dan cabida a la participación del publico.
No hay intermediarios
El teatro es una representación de la realidad y de la vida humana que sucede delante de nosotros y que no pasa por ningún filtro tecnológico. No existe manipulación ni intermediarios, simplemente es una mera trasmisión de la historia por parte de los actores, lo cual hace que sea mucho más auténtica.
Precio asequible e incluso gratis
La mayoría de las obras de teatro cuentan con un precio asequible que tampoco dista mucho de los precios del cine, además de que sus ventajas lo merecen. Por otra parte, si tenemos en cuenta el teatro de calle y el que se realiza muchas veces en centro cívicos, podemos decir que no hay excusa para ir al teatro ya que muchas veces este es gratis.
Es una obra única que no se va a volver a repetir
Merece la pena su precio precisamente porque se trata de una obra única que solo se va a dar en ese momento. Y es que a pesar de que sea la misma historia, el momento, el público y el ambiente hacen que cada obra sea diferente de la anterior, por el mero hecho de que existen situaciones de improvisación que se pueden producir, aportando ese toque diferente al espectáculo.
Recoge un abanico amplio de posibilidades
Como ultima razón podemos decir que el teatro recoge una variedad mucho más amplia de posibilidades en su cartelera. Las obras de teatro se pasan años girando y recorriendo tantas ciudades como les son posibles, lo cual hace que el abanico de oportunidades para ver teatro sea muy amplio y diverso.
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